Tucurinca, una historia de diseño y cultura en el caribe colombiano

Tucurinca, una historia de diseño y cultura en el caribe colombiano

En el vibrante caribe colombiano, se encuentra una marca que no solo representa la rica cultura de la región, sino que también es testimonio de la resistencia, la creatividad, la evolución del diseño y la artesanía. Tucurinca, una empresa de mobiliario con raíces en Santa Marta, se ha convertido en un símbolo de la capacidad humana para transformar lo cotidiano en algo extraordinario.

Orígenes y evolución creativa

Las sillas Tucurinca surgieron de la necesidad y la improvisación. Rafael Zuñiga, un samario, fundador de la marca, revela que la idea de esta iniciativa se gestó durante su época universitaria. Siendo estudiante de administración de empresas en Bogotá, se entusiasmó con la idea de crear una silla que se convirtiera en un ícono. Inspirado por el mundo del diseño y otros referentes, se propuso crear su propia versión. Esta inspiración se basó en las sillas que había utilizado desde su infancia, las cuales se habían convertido en un referente visual y cultural en el caribe colombiano. Con esta visión, regresó a Santa Marta con el objetivo de materializar su proyecto.

Rafael cuenta que, en sus comienzos, se empleaba el “suncho”, una especie de pajita plana comúnmente usada para forrar cajas, en el tejido de sillas con estructuras de hierro que habrían sido desechadas. Este material, fácilmente accesible en las ferreterías locales, permitió a los habitantes de la costa y otras regiones de Colombia dar nueva vida a muebles que, de otro modo, se habrían descartado.

Con el paso del tiempo, la marca se inspiró en diseños internacionales y comenzó a experimentar con el plástico, con el objetivo de alcanzar un estándar de calidad similar al de otras marcas reconocidas. No obstante, Tucurinca se mantuvo fiel a su principio de trabajar con materiales disponibles localmente. Este ethos persiste, aunque ahora con un enfoque más refinado y especificaciones técnicas más avanzadas.

Foto cortesía de Tucurinca

La influencia del caribe y la importancia del capital humano

La llegada de inmigrantes a Santa Marta trajo consigo una ola de talento y mano de obra crucial para el crecimiento de Tucurinca. La marca ha sido un bastión de oportunidades para muchos, ofreciendo no solo empleo sino también formación en habilidades y disciplinas esenciales. Esta mezcla de culturas ha enriquecido aún más el carácter distintivo de sus productos.

Reproducir vídeo
Reproducir vídeo
Reproducir vídeo
Reproducir vídeo

Más que muebles: un símbolo de diseño y cultura

Las sillas de Tucurinca han evolucionado de ser simples objetos funcionales a ser reconocidas como piezas de diseño global. Este salto se atribuye a la innovación en los procesos de fabricación, como la transición de varillas a tubos y el uso de novedosas técnicas de pintura, lo que aumenta su resistencia y estética. Cada silla es una narrativa creativa, una pieza que puede encajar en cualquier lugar del mundo, simbolizando la universalidad y la versatilidad del diseño.

Foto cortesía de Tucurinca

Yo empecé a aprender más y entender cómo debe ser una silla, o sea, cómo aprender a diseñar una silla, eso es muy importante y pensar en que es una pieza de diseño, que es una silla que pueda estar en Santa Marta, pero igual pueda verse en cualquier apartamento, en un apartamento en Nueva York, en un apartamento en Alemania, o sea, que sea una silla que tú digas: ¡es una pieza global!

Rafael Zuñiga - fundador de Tucurinca

Retratos del caribe en 300 miradas

Rafael, con un profundo amor por Santa Marta y la rica cultura caribeña, ha llevado su pasión por la fotografía, el diseño y la imagen un paso más allá. A través de su lente, ha capturado la esencia del mar, la Sierra y las tradiciones artesanales que definen la región. Su libro, “Aquí es Tucurinca”, es una colección limitada de 300 piezas numeradas, impresas en offset, donde narra su experiencia visual y los significados de la vida en el caribe. Cada imagen es una invitación a descubrir los encantos de un lugar llamado Tucurinca, entrelazando la belleza de su entorno con el arte de la fotografía.

Un futuro prometedor y expansivo

Tucurinca está mirando más allá de las sillas. Con el lema “The Original Caribe Brand”, la marca se está expandiendo hacia un estilo de vida más amplio, introduciendo productos como toallas y explorando nuevos diseños de sillas que fusionan elementos tradicionales con modernos. Esta evolución marca el comienzo de una nueva era, una en la que la marca no solo se define por sus productos sino también por el espíritu y la esencia del caribe.

La historia de Tucurinca es un testimonio de cómo la necesidad y la creatividad pueden desencadenar una transformación cultural y empresarial. En un mundo donde lo artesanal y lo hecho a mano son cada vez más valorados, Tucurinca se erige como un estandarte de estos principios, demostrando que la verdadera belleza y funcionalidad del diseño puede emanar de las raíces más humildes y de la esencia más auténtica de un lugar y su gente.

Encuentra a Tucurinca en:
Sitio web y tienda en línea: www.tucurinca.com 
Instagram: @tucurinca 

Todos los derechos reservados, prohibida la reproducción total o parcial de las imágenes