Por: Adriana Sánchez @nanalectora
Termino mi segundo libro de Maggie O’Farrel, la autora británica de 51 años que me tiene cautivada. El libro elegido esta vez fue “La primera mano que sostuvo la mía”, publicado en el 2009, once años antes de su muy reconocida obra, “Hamnet”. No hay decepción. Al contrario, superó mis expectativas tanto, que ahora estoy segura de querer leer todos sus libros.
Después de “Hamnet” quería seguir con “Retrato de casada”, pero en mi destino de lectora estaba escrito que este libro no estuviera disponible en la biblioteca, así que me fui con “La primera mano que sostuvo la mía”, título que no conocía, pero cuya sinopsis me atrapó. Qué gran coincidencia haber podido encontrarme con esta obra.
Maggie O’Farrell de nuevo toca el tema de la maternidad con una maestría inigualable. Sabe exactamente de lo que habla y lo transmite a la perfección. Claro, es madre. Además, su estilo es tan envolvente que te sumerge por completo en las emociones y vivencias de sus personajes, haciéndote sentir como si estuvieras experimentando con ellos cada una de las situaciones que viven. El resultado final no es más que una historia profundamente conmovedora, muy bien estructurada, con personajes todos creíbles, terrenales, de verdad.
La historia va tejiendo la vida de dos mujeres en distintas épocas, pero el mismo espacio: Londres. En primer lugar tenemos a Lexi, una mujer soñadora y fuerte de los años 50, quien comienza una relación amorosa con Innes, un hombre encantador y coqueto que eventualmente se enamora perdidamente de ella. Lexi e Innes viven una relación apasionada, marcada por el hecho de que Innes está casado, aunque separado desde hace muchos años de su esposa. El personaje de Lexi va a evolucionar a lo largo de la historia de una manera muy natural, creíble y poderosa, sobre todo cuando se convierte en madre. Sin duda, mi personaje favorito.
Por otro lado tenemos a Elina, pintora de la época actual quien acaba de convertirse en madre. Junto con su pareja Ted, son padres primerizos y esta nueva realidad trastoca por completo su relación. En Elina es un cataclismo que la deja sin energías y prácticamente no se reconoce cuando se mira al espejo. Ted por su parte, empieza a tener recuerdos de su niñez y comienzan a volver a su mente situaciones que no recordaba en absoluto. Esta dinámica entre la recién estrenada maternidad de Elina y los recuerdos de Ted, nos llevan al desarrollo de una historia que va tejiendo sus hilos invisibles con la de Lexie, para entregarnos un final perfecto y bello.
Con la dosis justa de diálogos que hacen que la lectura fluya de manera muy natural, ambas historias se van intercalando a través de capítulos a lo largo del libro. La fluidez de la narración, los capítulos relativamente cortos y acontecimientos inesperados, hacen que sea difícil soltar este libro. Maggie O´Farrell demuestra una vez más, ser una narradora grandiosa. Sin duda, una lectura muy recomendada.
Maggie O'Farrell.
Maggie O’Farrel es una periodista y novelista británica, nacida en Irlanda del Norte (1972). Autora de varios libros aclamados por la crítica internacional entre los que se cuentan: «Hamnet», «Tiene que ser aquí», «El retrato de casada», «Instrucciones para una ola de calor», entre otros.
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